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Remediación ambiental Remediación ambiental

Remediación ambiental

Remediación ambiental

Remediación ambiental de unidades de negocio privatizadas

En la década de 1990, en el marco del Decreto Legislativo Nº 674 (Ley de Promoción de la Inversión Privada en las Empresas del Estado), asumimos compromisos contractuales de remediación ambiental de nuestras unidades privatizadas garantizados por el Estado peruano. Por lo que, de acuerdo con las normas legales, los contratos suscritos y sus políticas de gestión empresarial, continuamos ejecutando trabajos de remediación ambiental en las unidades operativas propias y en las privatizadas, sobre la base de estudios de sitio de diagnóstico ambiental que llevamos a cabo desde 1997. En este sentido, hemos invertido más de 70,240,000 dólares solo en remediación ambiental de suelos y aguas de las unidades de negocio privatizadas, aplicando tecnologías de ingeniería de remediación ambiental modernas y de vanguardia en el país.

Gestión de sitios contaminados para la aplicación de los estándares de calidad ambiental (ECA) suelo en las unidades de negocio propias

En cumplimiento con los decretos supremos Nº 011-2017-MINAM y Nº DS-012-2017-MINAM, así como de resoluciones directorales del MINEM, se desarrolla la fase de caracterización y elaboración de un plan dirigido a la remediación de veinticuatro instalaciones.

Así, por medio de una consultoría especializada, se ejecuta un servicio de caracterización, evaluación de riesgos a la salud y al ambiente y elaboración del plan dirigido a la remediación de las instalaciones priorizadas de PETROPERÚ.

Remediación ambiental 

Entre 2012 y 2022 ocurrieron 78 incidentes en la tubería del ONP (El 78% por actos delictivos terceros, 15% por fenómenos geodinámicos y 5% por corrosión).

Como parte de la aplicación de nuestro Plan de Contingencia, contratamos a empresas especializadas para la ejecución de las labores de contención de los derrames, evaluación y remediación ambiental en las zonas afectadas.

Entre el 2014 al 2023, se ha remediado un área total de 1,811,562.22 m2, en los que se han invertido aproximadamente S/ 685,900,000.

Es preciso indicar que, el año 2022, el ONP sufrió una serie de atentados que han sido atendidos con una inversión aproximada de MS/ 254,440.2.

Las labores que realizamos son supervisadas y monitoreadas constantemente por nuestro personal ambiental especializado, con el compromiso de asegurar la operatividad de forma sostenible, reduciendo los posibles impactos negativos contra el ambiente. Igualmente, la autoridad competente ha supervisado los trabajos realizados en las zonas afectadas.

Más información sobre las contingencias del Oleoducto Norperuano:

https://oleoducto.petroperu.com.pe/plan-contingencia/estadisticas/

 


Por ello, a continuación, presentamos las respuestas a las preguntas más frecuentemente formuladas en torno a los eventos ocurridos en los últimos años en el Oleoducto Norperuano.

¿Cuál es el estado de los procesos de limpieza y remediación en el Oleoducto Norperuano (ONP)? ¿Cuántas y cuáles son las contingencias remediadas y cuáles faltan?

Veamos el estado de los trabajos de limpieza y remediación de las áreas afectadas por las diferentes contingencias ocurridas en el Oleoducto Norperuano durante los años 2012 y 2022. Visitar en siguiente enlace:

https://oleoducto.petroperu.com.pe/plan-contingencia/estadisticas/ 

¿A qué se debe que, a la fecha, no se haya concluido las labores de remediación ambiental en las contingencias con trabajos en curso o pendientes?

Varias de las zonas donde ocurrieron derrames se ubican en ambientes de selva amazónica de difícil acceso. Esta condición supone una serie de dificultades logísticas, técnicas y socioambientales que muchas veces restringen el desarrollo normal de los trabajos de limpieza y remediación.

Así, por ejemplo, durante los meses de mayor precipitación en la selva peruana, las condiciones climáticas y el incremento en el nivel de las aguas interfieren en el normal desarrollo de las actividades de limpieza y remediación, debiéndose paralizar momentáneamente los trabajos hasta el restablecimiento de las condiciones favorables que garanticen la efectividad de las intervenciones.

¿Cuáles son las empresas que están cargo de los trabajos de remediación ambiental?

En el marco de las mejores prácticas de la industria y sus políticas de gestión empresarial, PETROPERÚ S.A. contrata empresas especialistas, con experiencia, y de renombre y respaldo internacional.

Actualmente, contamos con el apoyo de dos importantes compañías de amplia experiencia internacional en tareas de remediación ambiental: Lamor Perú S.A.C. (LAMOR Corporation Ab), Kanay S.A.C. (Grupo Séché Environment), Consorcio BTT km 323 y Consorcio Brunner km 237.

¿Por qué PETROPERÚ S.A. no realiza los trabajos de remediación ambiental directamente y recurre a la contratación de empresas especializadas?

En PETROPERÚ S.A. contamos con un staff de profesionales y equipos suficientes para la atención oportuna de los diferentes aspectos, tanto rutinarios como no rutinarios, que componen la gestión ambiental de una típica Empresa de Hidrocarburos. Sin embargo, y aun cuando internamente este personal tiene experticia específica en uno o más de los diferentes aspectos que integran el amplio espectro de materias y ramas asociadas con la gestión ambiental (entre ellos, la remediación ambiental), los profesionales antes mencionados se encuentran simultáneamente a cargo diversas tareas de manejo y administración ambiental recurrentes y cotidianas que en conjunto permiten dar cumplimiento al cada vez más complejo marco normativo ambiental del Subsector Hidrocarburos.

Es en ese marco que la contratación de empresas especializadas en remediación ambiental, bajo supervisión directa del operador de hidrocarburos, resulta, desde la perspectiva técnica, una alternativa válida para la obtención de los mejores resultados, pues es a través de éstas que las empresas de hidrocarburos logran cubrir, tanto en cantidad como en cualificación, los exigentes requerimientos de expertos y equipos necesarios para la correcta atención de derrames, eventos que por su naturaleza y características pueden llegar a sobrepasar la capacidad de la Empresa de afrontar, únicamente por medios propios, la respuesta a la emergencia, más aún si se consideran las diversas dificultades logísticas, técnicas y socioambientales que supone el trabajo en ecosistemas amazónicos, condiciones que, en el caso particular de PETROPERÚ S.A., fueron agravadas por la frecuencia con la que se registraron los derrames por actos de terceros en el 2016 y 2020, situación que requirió del trabajo simultáneo en varios frentes.

Cabe precisar que esta práctica no es exclusiva de PETROPERÚ S.A., sino que es característica de toda Empresa de Hidrocarburos, sea que se trate de las denominadas “majors” o de empresas regionales o locales, y sean estas empresas públicas o privadas. En casi la totalidad de casos, las empresas antes mencionadas buscan cubrir estas necesidades no recurrentes ni cotidianas por medio de la contratación de capacidades y experiencias de una empresa cuyo negocio principal gire en torno a la actividad especializada que se desea ejecutar, toda vez que esta puede poner a disposición sus experiencias actualizadas, expertas, de aplicación práctica en campo con solución real y efectiva de problemas y sin incremento significativo de la carga laboral de su cliente, condiciones que la mera contratación directa de profesionales no garantizan necesariamente.

¿Cuál es el protocolo que se ejecuta cuando hay un derrame en la selva? ¿Son diferentes de acuerdo a la zona?

Ante la detección de un posible derrame, se activa inmediatamente el Plan de Contingencia de la Empresa, el cual establece los procedimientos y lineamientos para manejar este tipo de situaciones con un enfoque operativo y administrativo. Estos son de carácter estándar y se aplican en cualquier escenario. Adicionalmente, se formulan planes de respuesta específicos según las características principales del evento y las condiciones del entorno en el cual ocurrió el evento ambiental.

Las fases de respuesta a una contingencia por derrame son:

  • Existencia de condición operativa anormal detectada por SCADA.
  • Parada de bombeo.
  • Comunicación de la emergencia.
  • Ubicación de la contingencia.
  • Verificación del derrame.
  • Movilización y evaluación de la situación.
  • Acciones de control.
  • Inicio de contención.
  • Reparación de la tubería.
  • Confinamiento y recuperación de crudo.
  • Transferencia de crudo a almacén temporal.
  • Limpieza y restauración.
  • Inspección y evaluación de impactos.
  • Monitoreo y seguimiento.

¿Qué es un canal de flotación? ¿Los canales de flotación seguirán siendo las medidas de contención en caso de accidentes? ¿Se reemplazarán estas medidas? ¿Se mejorará con impermeabilización? ¿Cómo se mejorará las tecnologías de contención?

El canal de flotación del Tramo I del Oleoducto Norperuano (ONP) es una instalación artificial construida por PETROPERÚ S.A. para alojar el oleoducto y que funciona como una barrera de contención para confinar el crudo en caso de un derrame. Asimismo, cuenta con tapones de seguridad que impiden la salida hacia otros cuerpos de agua. Fue construido sobre terrenos pantanosos y tiene una longitud total de 275 km, lo que representa el 90% de la longitud del Tramo I (306 km).

Al respecto, en las contingencias presentadas, este canal ha mostrado que sí cumple con su función de contención, pues ha evitado que el derrame llegue a cuerpos de agua importantes. Esto corrobora su efectividad y hace innecesario su reemplazo. Asimismo, funciona como un mecanismo adicional para mitigar los riesgos de la gestión de transporte de hidrocarburos.

Con relación a las mejoras operativas a implementar, se viene trabajando para reducir el riesgo de rotura por pérdida de espesor en el ducto, toda vez que se ha inspeccionado con raspatubos inteligentes en su totalidad, se ha reforzado los sectores que presentaron anomalías significativas y se continúa reforzando otros sectores con presencia de anomalías menos importantes, según el plan de mantenimiento preventivo.

De igual forma, se viene colaborando con el Ministerio Público para que logre identificar y sancionar a los responsables de los cortes intencionales que afectaron el ONP durante los años 2016 y 2020.

¿PETROPERÚ S.A. comete una infracción al tener la tubería del Oleoducto Norperuano en un canal de flotación?

El tendido de la tubería del Oleoducto Norperuano (ONP) se realizó de acuerdo con los estándares internacionales vigentes al momento de su construcción, tomándose en cuenta la geografía y topografía del emplazamiento. Es decir, en determinadas zonas, por condiciones geográficas específicas, se requirió que el ducto no estuviera bajo tierra sino dentro de un canal de flotación que permita contener el hidrocarburo en caso de alguna rotura o avería.

El canal de flotación fue diseñado y construido para el tendido de aproximadamente 275 km de tubería de un total de 306 km del Tramo I del ONP. Su construcción siguió las mejores prácticas internacionales disponibles, tomando en cuenta la compleja geografía y topografía de los entornos que atraviesa.

El criterio de diseño del canal de flotación fue concebido con la finalidad de aislar el lecho de tendido del ONP de las zonas pantanosas y la sensible red hidráulica fluvial de la Amazonía peruana. De no existir este canal artificial, el hidrocarburo fugado se esparciría con mayor facilidad, pudiendo llegar a quebradas y ríos. En ese sentido, el canal de flotación artificial forma parte de la estructura del Tramo I y del sistema de contención ante emergencias ambientales, como son los derrames de petróleo.

Finalmente, es importante mencionar que actualmente no existe normativa nacional ni internacional que prohíba la utilización de un canal de flotación para el emplazamiento de tuberías y como sistema de contención ante derrames.

¿En promedio, cuánto cuesta limpiar un derrame de petróleo?

Cada derrame debe ser evaluado independientemente por las características propias del evento. En tal sentido, al momento realizar los estudios correspondientes a cada escenario, se toman varios factores para determinar los costos y el riesgo para cada operación. Entre ellos están el tiempo de permanencia del hidrocarburo en contacto con el suelo antes de ser contenido y recuperado; un análisis del tipo de suelo afectado; la presencia/ausencia de cuerpos de agua; el/los tipo(s) de hidrocarburo(s) derramado(s); la disponibilidad de recursos y las condiciones logísticas desde y hacia los puntos de trabajo; la calidad, cantidad y disponibilidad de personal operativo necesario; las tareas operativas necesarias para desarrollar los procesos de evacuación, almacenamiento temporal, transporte y disposición final de los residuos, entre otros.

Para el caso de los derrames ocurridos en la selva peruana, resulta evidente que el grado de accesibilidad y la ausencia de medios logísticos para acceder fácilmente a las áreas impactadas redunda directamente en mayores dificultades para desarrollar los trabajos y, en consecuencia, en mayores costos de operación.

Junto con las características de acceso logístico limitado, las propiedades de sensibilidad ambiental de las áreas afectadas y la regulación ambiental local en materia de estándares de calidad ambiental para agua y suelo marcan una diferencia significativa con otros escenarios, países y operaciones de remediación.

Adicionalmente, en ambientes como los analizados, con presencia de bosques, lagunas, pantanos y marismas, las tareas de limpieza se deben realizar con el mayor cuidado. Por ello, resulta práctica común en la industria el contar con grandes contingentes de mano de obra que permitan realizar estos procesos de desbroce y limpieza selectivos, buscando siempre alcanzar los niveles de calidad ambiental establecidos por la autoridad ambiental peruana.

¿Los derrames han ocasionado daño al suelo, al agua, a la flora y a la fauna?

Las diferentes evaluaciones realizadas hasta la fecha ponen de manifiesto que los impactos ocasionados por los derrames en el Oleoducto Norperuano presentan características de duración temporal (tiempo de permanencia del efecto hasta su desaparición por acción de medios naturales o mediante acciones correctivas), así como de reversibilidad (posibilidad que tiene el factor afectado, de regresar a su estado natural inicial por medios naturales, una vez que la acción deja de actuar sobre el medio) y recuperabilidad (posibilidad que el factor retorne a las condiciones previas aplicando medidas correctoras o de remediación) de corto a medio plazo.

¿Los derrames han ocasionado daño la salud humana?

Como parte de la evaluación ambiental y social de las áreas afectadas por las contingencias, se han identificado las rutas de migración del petróleo o sus componentes hacia el entorno y el cuerpo humano, así como se han llevado a cabo procesos de monitoreo ambiental enfocados al seguimiento y evolución de la rehabilitación de los suelos, aguas superficiales y sedimentos acuáticos, así como de la flora y fauna de las zonas remediadas.

Cabe precisar que las normativas y estándares de calidad tanto a nivel internacional como los actualmente (legalmente) vigentes en el Perú para diferentes medios (suelos, aguas, aire, etc.) y diferentes usos, reconocen que puede existir cierto impacto residual (concentraciones) de compuestos antropogénicos (como los hidrocarburos del petróleo) que no suponen un riesgo para los receptores, ya sean estos ecológicos o humanos.

A este respecto, consúltese el numeral 31.1 del artículo 31 de la Ley N° 28611 (Ley General del Ambiente) que define al Estándar de Calidad Ambiental (ECA) como la medida que establece el nivel de concentración o del grado de elementos, sustancias o parámetros físicos, químicos y biológicos, presentes en el aire, agua o suelo, en su condición de cuerpo receptor, que no representa riesgo significativo para la salud de las personas ni al ambiente.

Los resultados de los procesos de monitoreo ambiental obtenidos hasta la fecha avalan la efectividad de los trabajos de remediación desarrollados en las contingencias ocurridas en el Oleoducto Norperuano.

En ese sentido se puede concluir que, en la actualidad, no hay vías o rutas de migración de los potenciales contaminantes hacia los receptores sensibles de tipo humano. Esto se debe, entre otros, a que, en la gran mayoría de los casos, los derrames fueron contenidos y confinados en las zonas de limpieza. Asimismo, las declaratorias de emergencia que se iniciaron en varios de los eventos, ayudaron a limitar cualquier uso de recursos de las zonas afectadas durante la duración del proceso de remediación, restringiendo así la exposición a receptores humanos.

Por estos motivos, no es posible verificar la relación entre la presencia de hidrocarburos totales de petróleo en el componente suelo (especialmente, tratándose de un crudo altamente) y la afectación a la salud de los pobladores.

Cabe precisar, sin embargo, que PETROPERÚ S.A. ha puesto en marcha un proceso sistemático de monitoreo ambiental enfocado al seguimiento y evolución de la rehabilitación de los suelos, aguas superficiales y sedimentos acuáticos, así como de la flora y fauna de las zonas remediadas. Las conclusiones del proceso de monitoreo servirán para definir si es necesario aplicar acciones de rehabilitación, en función del progreso de la recuperación ambiental observada.

¿Es cierto que los peces de las zonas donde ocurrieron los derrames están contaminados?

El Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (SANIPES), por medio de informes oficiales referidos a algunas contingencias ocurridas en el Oleoducto Norperuano, ha concluido que no existe relación entre los derrames de petróleo y la concentración anormal de metales pesados encontrados en el tejido de los peces muestreados las zonas aledañas a algunos de los sectores donde ocurrieron derrames. Además, los crudos derramados no presentan en su composición los metales pesados encontrados en los peces.

De igual forma, los muestreos en el tejido de los peces realizados tanto por la autoridad ambiental como por PETROPERÚ S.A. en las zonas afectadas por los derrames de petróleo demuestran que estos no presentan impacto por hidrocarburos, incluso en aquellas áreas con trabajos de limpieza todavía en proceso.

Los principales componentes de la contaminación de las aguas de los ecosistemas amazónicos no tienen su origen en la industria de hidrocarburos ni en sus eventuales contingencias, sino en actividades económicas y rurales-domésticas de diferentes naturalezas, que se desarrollan desde mucho tiempo atrás en diferentes lugares de los bosques del Perú. Sin embargo, PETROPERÚ S.A. mantiene un programa de monitoreo continuo en las zonas donde ocurrieron derrames, a fin de vigilar la evolución y recuperación de los entornos que fueron intervenidos.

¿Cómo se puede garantizar la recuperación en el tiempo de los entornos remediados?

Los ecosistemas, especialmente los amazónicos, son diversos entre sí y, por ende, presentan tasas de recuperación natural igualmente distintas, las cuales deben ser evaluadas de acuerdo con sus particularidades.

En tal sentido, PETROPERÚ S.A. ha puesto en marcha un proceso sistemático de monitoreo ambiental enfocado al seguimiento y evolución de la rehabilitación de los suelos, aguas superficiales y sedimentos acuáticos, así como de la flora y fauna de las zonas remediadas.

Las conclusiones del proceso de monitoreo servirán para definir si es necesario aplicar acciones de rehabilitación, en función del progreso de la recuperación ambiental observada.

¿Cómo se está asegurando la calidad del agua y suelo de las localidades afectadas? ¿Cómo se está asegurando la salud de las personas que viven en estas localidades?

Cuando se inicia una emergencia (contingencia) se programa – entre otras actividades-un monitoreo de los principales componentes ambientales involucrados, vale decir, agua, suelos, sedimentos, recursos hidrobiológicos, flora, etc., tanto al inicio como en su fase intermedia y al final de la remediación.

Estos monitoreos se inician en las denominadas áreas de potencial interés, relacionadas con las zonas de influencia de la contingencia. Así, parte de ellos se efectúan en la zona donde discurrió el crudo, siguiendo su trayectoria. Si el río está en la trayectoria del derrame, también se efectúan los monitoreos que sean pertinentes a fin de verificar que las trazas de hidrocarburos que pudieran haber llegado estén en una concentración dentro de los límites establecidos por la normatividad peruana (Estándar de Calidad Ambiental para Agua).

Producido un derrame, es función del Ministerio de Salud (MINSA) definir si las fuentes de agua de consumo humano han sido afectadas o no. En todos los casos de las contingencias del ONP entre los años 2014 y 2020, no se ha determinado que las fuentes de agua de consumo humano hayan sido impactadas. Asimismo, el Servicio Nacional de Sanidad Pesquera (SANIPES) ha realizado los análisis respectivos y ha concluido que no existe relación entre la presencia de determinados metales en los peces de la Amazonía peruana y los recientes derrames.

En todo caso, de forma preventiva, desde PETROPERÚ S.A. efectuamos campañas médicas en las localidades cercanas a las contingencias, en coordinación con MINSA, con el fin de verificar el estado de salud de los pobladores, y descartar que pudiera haber casos de afectación a la salud por exposición a hidrocarburos. Los resultados de estas numerosas atenciones de salud revelan que las dolencias detectadas en los lugares de las contingencias generalmente son por enfermedades intestinales y respiratorias endémicas, sin relación con las actividades de explotación de petróleo ni los derrames.